Las truculentas aventuras de la despreciable Penélope de Santa María. Cachito 12 y último.

En el cachito anterior: Mi despreciable exmarido, bajo los efectos de la venganza más cruel, cambió el curso de mi historia metiendo por medio a la puta más cotizada del Raval.

CACHITO 12 Y ÚLTIMO.

Cada vez se me hace más difícil separar mis dos personalidades. Pero si quieres saber si soy feliz, solo os diré que el año que viene tengo programado otro trasplante y esta vez de una alta mandataria de la Comunidad Europea.
Ah, por cierto, la puta original  decidió marcharse de la ciudad después de sufrir unas extrañas y brutales amenazas de origen desconocido. Ahora soy yo quien regenta los 5 locales del Raval y donde mi santo papá envía a sus importantes y distinguidos clientes de Oriente Medio de visita a la ciudad Condal. Habitualmente el programa de visitas de estos ilustres y adinerados visitantes consiste en una visita guiada al Parc Güell sin previa reserva, calçotada en el Poble Espanyol, tarde de flamenco y noche de ensueño. Aquí entro yo.
Hoy tengo 45 años, luzco un cuerpo de 25 años y una mente de 30. No me hablo con mis hijas ni con mi exmarido. Tampoco con Marquitos que ha sido desheredado y repudiado por la familia. He tenido un hijo varón que ha heredado el carácter autoritario y dominante de mi padre y hermano mayor. Cuento con el apoyo indiscutible de mi maravillosa familia.
Ya veremos qué pasa el año que viene con mi segundo trasplante. Tal vez, me hago con el poder mundial. Papá, a sus 95 años,  está muy ilusionado con el proyecto de la dominación global. Hasta se ha dejado un bigotito negro muy peculiar y se dedica a adoctrinar a su maravilloso nieto.

Ho dedico especialment a una més que amiga

Las truculentas aventuras de la despreciable Penélope de Santa María. Cachito 11

En el cachito anterior: Pero aun el destino me deparaba más y sorprendentes sorpresas. El tratamiento estaba destapando grandes secretos y venganzas deplorables.

CACHITO 11
Thomas fue capaz de pagar una suma mucho mayor, asquerosamente más alta, al gran y reconocido médico privado que llevaba mi caso. Por esa elevada suma de dinero consiguió que mi impresentable médico privado sustituyera la sangre periférica de una famosa y hermosa cantante estadounidense por la de una  famosa puta del Raval.
Mi exmarido llevaba tiempo contratando los servicios de un detective privado que debía seguir hasta el más mínimo de mis pasos. Nuestro divorcio había conseguido hacer una repartición algo desigual de nuestros bienes. Como te lo explicaría para que lo entiendas rapidito y bien. Me quedé con mi parte pero también con parte del activo y con el rancho de Thomas. Por lo que veo, no se lo tomó muy bien. El abogado que contrató papá para defender mi causa de divorcio hizo un trabajo realmente  digno de Perry Mason.
Thomas conoció a la famosa y explosiva putita del Raval hacía unos años. Era y sigue siendo una mulata de carne prieta, pelo teñido de platino, amiga de la licra y de los zapatos de lentejuelas y tacones de un palmo de alto. Por cierto, es un/a transexual que regentaba 5 de los más reconocidos burdeles de la ciudad. Tiene el doctorado en física cuántica y astrofísica y finalizó la carrera de Derecho y Económicas en fechas record. Al menos no es tonto/a.
Ahora sé que el trasplante no fue total. La transformación genética no fue como era de esperar. El médico no entiende como ha sido posible esta simbiosis que he desarrollado. Ahora conviven en mí la dama adinerada de l’Avinguda Tibidabo y la prostituta transexual del Carrer de la Lluna.

Avances cachito doceavo y último: Pero las agallas de los Santa María salen reforzadas después de una cruel batalla. Ahora soy mucho más fuerte que cuando empezó toda esta aventura. Y sabed que no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Y por supuesto de nada de lo que haré dentro de un futuro muy próximo con todos vosotros.

Las truculentas aventuras de la despreciable Penélope de Santa María. Cachito 10

En el cachito anterior: La medicina iba a solventar todos mis problemas. También el dinero, para que engañaros.

CACHITO 10
Las pruebas confirmaron que yo no era hija legítima de mis adorables padres. No puedes ni imaginar cómo me sentí. Pero el amor de mis  ahora “padrastros” y el saber que me salvaron de un futuro incierto, me ayudó a tirar hacia a delante.
¿Has oído hablar de los niños y niñas adoptados, según unos pocos ignorantes de forma ilegal, durante el franquismo y hasta los años 80-90? Me explicaron que fui una de tantas de esas criaturas salvadas de sus solteras madres  nada más nacer.
Una red de damas y caballeros del antiguo régimen, muy bien situados en la sociedad, se dedicaban a entregar esas desdichadas criaturas a buenas familias desesperadas que compartían su misma condición social y podían pagar sumas desorbitadas por ello.  En mi caso ni pagaron por mí. ¿Recuerdas a mi famosa tatarabuela por parte de padre que tenía un parecido muy razonable conmigo? Pues su bisnieta era una de esas distinguidas damas encargadas de liberar a esas criaturas de madres inmorales. Es más, era la Presidenta de la asociación clandestina.
Pero vayamos a lo que importa. Se debió buscar un donante compatible. Pero no solo compatible, si no perfecto. ¿Qué me dices? ¿Qué se desconoce el origen del donante asignado? ¿Qué no se puede escoger a la carta según tu antojo? ¿Eso es lo que tú piensas? Bien, en mi caso la cosa fue distinta, como ya supondrás. Decía que el dinero no lo es todo pero ayuda. Pues es del todo cierto. Se encontró una donante con el perfil perfecto, más que perfecto. Pero no conté era con la inesperada participación estelar de mi exmarido en toda esta historia.

Avances cachito onceavo: Mi despreciable exmarido, bajo los efectos de la venganza más cruel, cambió el curso de mi historia metiendo por medio a la puta más cotizada del Raval.

Las truculentas aventuras de la despreciable Penélope de Santa María. Cachito 9

En el cachito anterior: Un negro entre mis piernas y yo sin saberlo. Por suerte mi segunda hija nació de puro blanco. Disfruté de un fulminante y ventajosos divorcio y vi la luz al fondo del túnel donde llevaba meses prisionera.

CACHITO 9

Contraté, de forma clandestina, los servicios de un médico privado de los más reconocidos en la alta sociedad y con clínica privada muy cerca de la casa familiar que me vio nacer. Su misión era llevar a cabo un trasplante exitoso sobre mi persona. Por una más que cuantiosa suma de dinero debía preparar mi cuerpo para un trasplante medular, hacer la prueba de compatibilidad a mi familia más cercana y en caso necesario buscar un donante compatible en la lista oficial de donantes,  llevar a cabo el trasplante y posterior seguimiento.  Ya sé que piensas. Soy una frívola, impresentable y despreciable mujer capaz de cualquier cosa por satisfacer mi ego interior, sin pensar en lo demás. No estás en cierto. Mi primera reacción al oír la sorprendente noticia, fue el trasplantar a mis pobres hijas con sangre pura y totalmente blanca. Pero no fue posible. Se negaron en rotundo. No parecía afectarlas en lo más mínimo su oscuro origen. Tuve que tomar cartas en el asunto yo misma. “Si mi entorno no quiere cambiar, hazlo tú misma”. Pero el encontrar donante compatible no fue tan fácil. Parece que el dinero no lo es todo, aunque ayuda. Extrañamente mi familia se negó en redondo a hacerse las pruebas de compatibilidad. ¿Raro, eh? No tan raro y ya verás la razón. Mi médico consiguió muestras de sus sangres de forma extraoficial y sin su consentimiento. Realmente no era nada compatibles, nadita de nada. Ni Marquitos, al que inicialmente no incluí en la lista de posibles donantes, por si me traspasaba su tendencia tan subversiva, se parecía a mí.

Avances cachito décimo: Pero aun el destino me deparaba más  sorpresas. El tratamiento estaba destapando grandes secretos y venganzas deplorables.

 

Las truculentas aventuras de la despreciable Penélope de Santa María. Cachito 8

En el cachito anterior: En aquellos días descubrí el terrible secreto que escondía Thomas y que hizo tambalear los férreos cimientos que sustentaban mi vida.

CACHITO 8

Violeta nació de puro blanco y con rasgos nórdicos, como mi madre. Dentro de lo malo, no nos podíamos quejar, visto el plan. Conseguí casi olvidar el innombrable origen esclavo de las dos niñas después de asistir durante años a la psicóloga que trataba a mi madre de las depresiones que sufría cada vez que dejaba de ingerir su dieta de alcachofas. Se había vuelto una adicta a la alcachofina.
Pero si te he de ser sincera,  el psicoanálisis y la terapia no pudieron eliminar esa desesperación que llevaba dentro. Menos mal que el destino, la fortuna y/o la casualidad me hicieron llegar una sorprendente notica. Los trasplantados de médula o sangre periférica sufrían una transformación irreversible y extraordinaria, adoptando los caracteres genéticos de sus donantes compatibles. Era como cambiar de identidad pero de la raíz misma. Eso me dio que pensar y mucho.
Mi nuevo proyecto personal empezó el 17 de octubre del 2012. Después de haber retocado mi físico hasta el límite, de atiborrarme a pastillas para disminuir la maldita ansiedad, después de descubrir que despreciaba a mis propias hijas y que deseaba matar a mi exmarido a golpes de martillo; estaba claro que debía hacer algo. Y lo hice.

Avances cachito noveno: La medicina iba a solventar todos mis problemas. También el dinero, para que engañaros.